Hannah Heil
The Catholic Times
24 de julio de 2023
"'Dios no llama a los equipados, equipa a los que son llamados''
Estas palabras podrían describir gran parte de los 50 años de Margaret 'Peggy' Hartshorn en el movimiento pro vida y de ayuda a las embarazadas.
Hartshorn, que vive en Columbus y se desempeña como presidente de la junta directiva de Heartbeat International, una red de centros pro vida de recursos para embarazadas, estuvo entre los honrados con el Premio Personas de la Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) el 16 de julio...
En 1975, ella y su esposo, Mike, comenzaron a alojar a embarazadas. Instalaron una línea directa 24 horas al día, los 7 días a la semana en su dormitorio para estar disponible para ayudar a las mujeres...
'Nuestro llamado a ayudar a las embarazadas comenzó en 1975, cuando hospedamos a nuestra primera joven, y siguió creciendo gradualmente durante los años 80', dijo.
... Heartbeat International ahora cuenta con más de 100 empleados a tiempo completo y parcial y 3000 sitios afiliados de ayuda a las embarazadas, que incluyen clínicas médicas con ecógrafos, centros de recursos, maternidades y agencias de adopción en más de 80 países en todo el mundo...
'La mejor alternativa al aborto es otra persona', dijo Hartshorn. 'Las mujeres están desesperadas. Si es posible conectarlas con alguien que camine con ellas, la mayoría de las veces elegirán la vida'.
Hartshorn recomendó que las personas que quieran participar en el movimiento de ayuda a las embarazadas utilicen Camina con madres necesitadas, un programa desarrollado por el Comité Pro Vida de USCCB.
El programa ofrece recursos y materiales de guía, disponibles en www.walkingwithmoms.com, que equipan a los feligreses para apoyar a las madres necesitadas en su parroquia o vecindario.
'Es una manera en que la Iglesia puede colaborar con quienes ya participan en Camina con madres necesitadas', dijo. 'Quizás se necesiten nuevos programas, o tal vez lo que realmente se necesita es colaborar con programas que ya existen'...
Una forma en que los feligreses pueden participar es asociándose con sus centros locales para embarazadas, dijo Hartshorn, para organizar un baby shower o ser voluntario en el centro.
'Necesitamos estar allí cuando ellas piensan: ‘Este es el final de mi vida tal como la conozco’... Cuando podemos estar allí, caminando con ellas, caminando con las madres necesitadas, realmente podemos ejercer nuestro deber cristiano de ser el buen samaritano y amar a los demás como amamos al Señor'".
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