• La Nación #1 rápidamente tomó la delantera y alentó a cada uno de sus ciudadanos a correr lo mejor que pudieran, lo más rápido posible, hacia una línea de meta desconocida. Asumieron que la pista no podía ser larga y empezaron a correr, pero pronto los niños y los adultos mayores quedaron rezagados y ninguno de los otros corredores se detuvo para ayudarlos. Estaban concentrados en lo rápido que corrían y no podían perder el tiempo ayudando a los demás. Avanzaron, pero no pudieron hacerlo como conjunto, así que perdieron.

• La Nación #2 tenía una estrategia diferente. Esta sociedad envió a todos sus hombres jóvenes a correr y les dijo a las mujeres que se ocuparan de ellos, cargaran a los niños y cuidaran de los ancianos y los enfermos. Esto significaba que los hombres podían correr increíblemente rápido y las mujeres estarían cerca para ayudarlos cuando se cansasen. Pero las mujeres sintieron que sus esfuerzos eran tan importantes como los de los hombres. Si no hubieran llevado a los niños, podrían haber corrido tan rápido como ellos. La energía se centró en el conflicto y la negociación, pero no llegaron a un acuerdo, por lo que también perdieron.

• La Nación #3 se había estado moviendo lentamente, pero cuando las diosas miraron en su dirección, vieron que este país se movía a un ritmo mucho más constante que otras. Aquí se esperaba que los participantes corrieran y cuidaran a los demás. Se alentó por igual a hombres y mujeres a tomar la delantera. Esta responsabilidad compartida generó solidaridad entre ellos y todos juntos, hoy, siguen avanzando.