Las bienaventuranzas en el pasaje del Evangelio de hoy contienen una palabra, una descripci�n de la vida cristiana, que es a menudo malentendida en nuestro lenguaje moderno: paciente. "Bienaventurados los pacientes" no significa "Bienaventurados los apocados" o "Bienaventuradas las v�ctimas de abuso que no se defienden" o "Bienaventurados los tranquilos que no protestan contra las injusticias." 
En el diccionario, la palabra "paciente" se define como "que muestra paciencia, humildad, y dulzura de car�cter." Sin embargo, nuestra tendencia es entenderla por su otra definici�n: "a quien se le impone algo f�cilmente; sumisa por ser d�bil de esp�ritu y coraje." 
Jes�s fue un modelo de paciencia para nosotros. De igual manera lo fue su Madre Bendita. Piensa en esto: �C�mo pudieron ellos superar las duras circunstancias en sus vidas, si ser paciente significa ser d�bil de esp�ritu y coraje? De hecho, una paciencia santa requiere de una personalidad muy fuerte. Una gran fortaleza es lo que nos capacita para rehusarnos a ser impacientes, orgullosos, o agresivos. En vez de ser apocado, un cristiano paciente es aquel que NO hace a un lado a los dem�s.
Ser paciente como Jes�s significa defender la verdad sin insistir en que nos crean. Significa mantener la verdad sin echar perlas a los cerdos, forz�ndo a aquellos que se resisten a escucharnos. Significa comunicar tus deseos sin exigir que las cosas se hagan a tu manera. 
La paciencia Cristiana es la confianza - pero con dulzura, en vez de arrogancia forzada o abusiva. Es una asertividad calmada. Es una presencia modesta pero sensible que no llama la atenci�n a s� misma con el objetivo de ser el centro de atenci�n, sino que m�s bien apunta hacia Jes�s.
Una paciencia santa es colocar l�mites sanos para tu vida, con el poder de Dios, haciendo valer estos l�mites de modo que los dem�s no pasen por encima de ellos, a menos que lo permitas por el bien de todos.
Significa decidir cu�ndo hacer sacrificios, libre y amorosamente, con buen discernimiento, los cuales compartes con Jes�s en su cruz.
Significa ser un pacificador en medio de la batalla, a�n como un agitador que dirige la atenci�n a la batalla para poder encontrar una soluci�n.
En el reino de Dios, una persona paciente es todo �menos un cobarde!Solamente con una verdadera paciencia podemos "heredar la tierra", es decir, recibir todo lo que pertenece a Su reino, como hijos de Dios. Nadie que sea deficiente en esp�ritu y coraje puede conseguirlo.
La clave para entender c�mo ser paciente es recordar la palabra "amor." Ser paciente es ser fuerte siempre que se necesite nuestra fortaleza - pero siempre con amor. Tenemos el esp�ritu y el coraje para amar a�n durante las pruebas m�s duras de la vida.
Reflexi�n de las Buenas Nuevas
Lunes de la 10ma Semana del Tiempo Ordinario
Junio 10, 2013
� 2013por Terry A. Modica Para cumplir con los derechos del autor de las Reflexiones