Aunque en matemáticas el orden de los factores no altera el producto, en este caso no es así. Siempre adicionar el fluido concentrado al agua, nunca al revés. Los fluidos refrigerantes están diseñados para formar emulsiones aceite-en-agua (la fase “continua” - que se encuentra en mayor proporción - es siempre agua), el mezclado inverso promueve la formación de emulsiones agua-en-aceite, que puede generar inestabilidad y finalmente separación (una fase “oleo” flotando) y una larga lista de problemas potenciales; menor vida del herramental, pobre sedimentación de finos, problemas de bio-estabilidad y corrosión. La mejor práctica implica usar agua desionizada, un proporcionador y un tanque de premezclado; este último se puede sustituir por una bomba para terminar de homogenizar la mezcla, o alimentando al sistema inmediatamente antes de la bomba de recirculación. Mas detalles en el artículo anexo
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